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Importancia del burnout académico en la docencia universitaria. Diferencias según el curso y estrategias docentes

Título :
Importancia del burnout académico en la docencia universitaria. Diferencias según el curso y estrategias docentes
Autor :
Cascales Martínez, Andrea  
López Ros , Paloma  
López-López, Reyes
Editor :
Egregius
Departamento:
Departamentos de la UMH::Ciencias del Comportamiento y salud
Fecha de publicación:
2024
URI :
https://hdl.handle.net/11000/35171
Resumen :
La investigación sobre la salud mental y el bienestar de los estudiantes universitarios ha experimentado un crecimiento en los últimos años, tomando un enfoque interdisciplinario, surgiendo de la convergencia entre las ciencias del comportamiento y biomédicas. En este sentido, uno de los temas de mayor relevancia estudiados se relaciona con el bienestar psicológico y el estrés (Hernádez-Torrano et al., 2020). En relación con dicho bienestar en estudiantes universitarios, encontramos el término burnout académico. Este se define como un síndrome consecuencia del estrés crónico que vive el alumnado por las actividades académicas (Caballero Domínguez et al., 2010). El burnout académico se divide en tres subcomponentes: agotamiento emocional, cinismo y eficacia académica (Rosales-Ricardo et al., 2021). El agotamiento emocional, hace referencia a una sensación abrumadora de cansancio físico y mental; el cinismo se refiere a la actitud negativa que puede adquirir el estudiante de indiferencia ante las actividades académicas; y, por último, la eficacia académica en este síndrome se caracteriza por una baja percepción de autoeficacia por parte del alumno (Caballero Domínguez et al., 2010; Rosales-Ricardo et al., 2021). En cuanto a la prevalencia de este síndrome en población universitaria, la evidencia sugiere que más de la mitad de los estudiantes sufre un alto agotamiento emocional; así como alrededor de 1 de cada 3 estudiantes presenta un alto cinismo y una baja eficacia académica (Rosales-Ricardo et al., 2021). Otros estudios encuentran que este síndrome ha sido muy estudiado en otras poblaciones como en sanitarios, deportistas, pacientes, personal de centros penitenciarios, incluso guías turísticos; sin embargo, son menos los estudios que se centren en estudiantes (Choy Vessoni y Prieto Molinari, 2021); encontrando prevalencias muy variantes desde el 0% hasta 67,9%. Los estudios que se han centrado en investigar las consecuencias que acarrea el burnout académico en los estudiantes universitarios encuentran que este lleva a un peor rendimiento académico (Madigan y Curran, 2021) y afecta gravemente al bienestar físico, mental y social de los estudiantes, en definitiva a su salud (Bayes et al., 2021; Wei et al., 2021). A nivel físico, el burnout se relaciona con activación prolongada del sistema nervioso autónomo y disfunción de varios sistemas endocrinos, lo que puede llevar a consecuencias graves como cambios cerebrales, inflamación y enfermedades cardiovasculares (Bayes et al., 2021). El agotamiento emocional es un predictor considerable de diversas enfermedades y trastornos de salud, como hipercolesterolemia, diabetes tipo 2, obesidad, enfermedades coronarias, trastornos cardiovasculares, dolor musculoesquelético, fatiga prolongada, dolores de cabeza, insomnio, problemas gastrointestinales, problemas respiratorios y cambios psicológicos como depresión. Además, está vinculado a la adopción de hábitos de vida poco saludables, como el aumento del consumo de alcohol y la inactividad (Salvagioni et al., 2017). A nivel psicológico, se ha visto que influye en el bienestar con la vida (Wei et al.; 2021), mayor estrés y sintomatología ansioso-depresiva (Fariborz et al., 2019). El agotamiento académico puede dificultar que los estudiantes de educación superior se gradúen, lo que a su vez puede tener un impacto negativo en la forma en que ejercerán sus profesiones o incluso llevar al fracaso total en la finalización de sus estudios y, posteriormente, en la entrada al mundo laboral (Salgado et al., 2021). De hecho, este síndrome en estudiantes universitarios está asociado con un bajo rendimiento cognitivo, una disminución en el rendimiento académico o el abandono escolar, así como con síntomas depresivos e incluso pensamientos suicidas. Si el agotamiento causa baja productividad y menor motivación estudiantil, entonces está relacionado negativamente con el rendimiento académico de estos mismos estudiantes. Por lo tanto, los estudiantes que sufren de agotamiento son más propensos a manifestar ira, dificultades para superar obstáculos y tristeza (Martínez et al., 2020). En este contexto, es crucial conocer qué factores de riesgo y protectores influyen en el bienestar de dicha población, con el objetivo de diseñar estrategias y métodos docentes más beneficiosos para los estudiantes que tengan en cuenta dichas variables y permitan prevenir la aparición de este síndrome en el alumnado.
Tipo de documento :
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Capítulo de libros - Ciencias del comportamiento y salud



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