Abstract:
El Periodismo Cómic se ha considerado como un mero formato de reportaje, de crónica, o, según algunos estudios, como un subgénero del periodismo gráfico. Aunque está claro que este “periodismo lento”, que, en palabas de Joe Sacco, se centra en “la gente que está debajo de los titulares”, es ya un objeto diferente, innovador y único, que desborda el marco teórico-conceptual de los géneros periodísticos dejando a estas obras en un limbo complicado de catalogar. Grandes cabeceras como The New Yorker, Details, Time, New York Time Magazine, XXI, El País, El Norte de Castilla... han usado estas historietas de no ficción del mismo modo y al mismo nivel que plantean sus reportajes, sus fotografías, sus infografías... Este fenómeno global ya se ha asentado, llegando a trasladarse en propuestas informativas o narrativas de primer orden, en medios de comunicación tradicionales, más allá de las obras más largas en forma de novela gráfica.
Comic Journalism has been considered merely a format for reportage, for chronicles, or, according to some studies, as a subgenre of graphic journalism. However, it is clear that this "slow journalism",which, in the words of Joe Sacco, focuses on "the people beneath the headlines",is already a different, innovative, and unique entity that goes beyond the theoretical-conceptual framework of journalistic genres, leaving these works in a complicated limbo to categorize. Major publications such as The New Yorker, Details, Time, The New York Times Magazine, XXI, El País, El Norte de Castilla... have used these non-fiction comics in the same way and at the same level as they present their reports, photographs, and infographics. This global phenomenon has already taken root, finding its way into top-tier informational or narrative proposals in traditional media, beyond longer works in the form of graphic novels
|