Resumen :
Los pueblos pequeños españoles se enfrentan, actualmente, al
aparentemente imparable fenómeno de la despoblación. Las oportunidades
laborales en estos lugares se reducen cada año, lo que obliga a familias enteras
a migrar a pueblos más grandes o ciudades en busca de sustento. La crisis
económica hace muy difícil que las parejas jóvenes se planteen ser padres, por
lo que la pirámide demográfica se invierte cada vez más. Al final del día, que
baje el número de personas empadronadas en un pueblo tiene un impacto
notable en sus servicios básicos, cuya reducción es otro motivo por el que sus
habitantes huyen de ellos. Esto es, sin duda, un círculo vicioso.
Algueña, ubicado en la provincia de Alicante, representa un caso con un
aciago futuro por delante. Los jóvenes se marchan del pueblo en cuanto
terminan sus estudios porque quieren encontrar un trabajo en aplicar sus
conocimientos, trabajo que, difícilmente, encontrarán aquí. Los negocios
locales se asfixian a causa de la salvaje competencia que practican
multinacionales como Amazon, y los pocos que quedan son regentados por
personas maduras que, si tuvieran que empezar hoy, no lo harían. El número
de habitantes se mantiene igual e incluso sube, pero estos nuevos habitantes
son forasteros que ven en Algueña una vivienda barata donde pasar sus
últimos días.
Esta precariedad se extiende a todos los ámbitos, incluso a la cultura.
Cada pueblo tiene una identidad que va asociada a su nombre y que, si no se
conserva, se acaba perdiendo. Las tradiciones, canciones y otras expresiones
artísticas de Algueña corren peligro a largo plazo, y todo apunta a que, en el
futuro no muy lejano, quedarán enterradas junto a las tumbas de sus antiguos
habitantes; con el pueblo, a su vez, convertido en un enorme cementerio.
Spain's small towns are currently facing the seemingly unstoppable
phenomenon of depopulation. Job opportunities in these places are shrinking
every year, forcing entire families to migrate to larger towns or cities in search
of a livelihood. The economic crisis makes it very difficult for young couples to
consider parenthood, so the demographic pyramid is increasingly inverted. At
the end of the day, a drop in the number of people registered in a town has a
noticeable impact on its basic services, the reduction of which is another
reason for its inhabitants to flee. This is, without a doubt, a vicious circle.
Algueña, located in the province of Alicante, represents a case with a
bleak future ahead. Young people leave the town as soon as they finish their
studies because they want to find a job in applying their knowledge, a job that
they will hardly find here. Local businesses are suffocating because of the
savage competition practiced by multinationals like Amazon, and the few that
remain are run by mature people who, if they had to start today, would not do
it. The number of inhabitants remains the same or even rises, but these new
inhabitants are outsiders who see Algueña as a cheap place to spend their last
days.
This precariousness extends to all areas, including culture. Each village
has an identity that is associated with its name and that, if not preserved, ends
up being lost. The traditions, songs, and other artistic expressions of Algueña
are in long-term danger, and everything points to the fact that, in the not too
distant future, they will be buried next to the graves of its former inhabitants;
with the town, in turn, turned into a huge cemetery.
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