Resumen :
En Japón, el cine expresionista alemán llegó alrededor de 1920, destacando El gabinete del doctor Caligari (estrenada en Japón en 1921), que causó un gran impacto en los cineastas japoneses de la época. Sin embargo, esta influencia no logró dejar una huella profunda en la historia del cine japonés. No se debió a la falta de calidad de las obras que llegaron a Japón, sino a que el país todavía no estaba preparado para aceptar un estilo tan vanguardista, alejado del realismo. Por ejemplo, el célebre cineasta Mizoguchi Kenji intentó crear una obra al estilo de Caligari titulada Chi to rei (1923: La sangre y el alma), pero esta resultó ser un fracaso total. Tras esta mala experiencia, Mizoguchi no volvió a realizar películas expresionistas. Sin embargo, es posible encontrar rastros de esta influencia en algunas de sus obras posteriores, como en el uso del contraste entre luz y sombra, el simbolismo de la niebla o los gestos humanos grotescos. En esta investigación, analizaremos cómo el expresionismo alemán influyó en la película de Mizoguchi, Ugetsu-monogatari (1953: Cuentos de la luna pálida), comparándola con otras obras expresionistas alemanas como Nosferatu (1922)
German Expressionist cinema arrived in Japan around 1920, with The Cabinet of Dr. Caligari(released in Japan in 1921) leaving a notable impression on contemporary Japanese filmmakers. Despite this initial impact, German Expressionism ultimately failed to establish a lasting influence on the trajectory of Japanese cinema. This was not due to any deficiency in the imported films themselves, but rather to Japan’s limited receptiveness at the time to such avant-garde, non-realist aesthetics. For instance, the renowned director Mizoguchi Kenji attempted to produce a film in the Expressionist vein—Chi to rei(1923, Blood and Soul)—which was met with critical and commercial failure. Disillusioned by the experience, Mizoguchi abandoned the style in its overt form. Nonetheless, subtle traces of Expressionist influence can be identified in his later works, particularly in his nuanced use of chiaroscuro, symbolic motifs such as fog, and stylized human gestures that verge on the grotesque. This study will examine the enduring yet understated presence of German Expressionism in Mizoguchi’s Ugetsu monogatari (Ugetsu, 1953), drawing comparisons with key Expressionist works such as Nosferatu(1922) to explore how aesthetic and thematic elements were selectively assimilated into his mature cinematic language
|