Discontinuación de medicación en demencias: un futuro no tan lejano.

Abstract

Actualmente, los fármacos disponibles para el tratamiento de demencias actúan favoreciendo la neurotransmisión, bien contribuyendo a que se degrade menos un neurotransmisor (acetilcolina mediante los inhibidores de la acetilcolinesterasa) o estimulando o bloqueando otros receptores (memantina con los NMDA). Dado que no son capaces de modificar el proceso neurodegenerativo, llega un momento en el que dejan de ser eficaces. Según guías de práctica clínica de Geriatría, Neurología y Atención Primaria, llegados a un estadio GDS 7 (Escala de Deterioro Global) se considera que la medicación específica para tratar el avance del deterioro cognitivo podría retirarse, pero no hay muchos estudios bien diseñados que demuestren la futilidad del tratamiento en demencias avanzadas. Por ello se plantea la posibilidad de demostrar, mediante un proyecto de ensayo clínico randomizado comparad o con placebo, que llegados a estadios avanzados, la retirada del tratamiento no tiene un impacto negativo en el deterioro cognitivo ni en los síntomas conductuales de los pacientes. La retirada de medicación innecesaria beneficiaría al propio paciente por menor interacción con otros fármacos que probablemente tomen, facilitar el cuidado de los mismos, y además generaría un ahorro significativo en el coste sanitario de las demencias.