Resumen :
La ya denominada crisis económica del Covid-19, provocada por la pandemia del virus SARS en las economías de todo el mundo plantea una problemática difícil de solventar. En el caso de España, el país quedó paralizado completamente tras declararse el estado de alarma. Desde ese instante, en la mayor parte de los sectores económicos quedó cesada su actividad. Pero, el sector que se ha visto afectado más notoriamente ha sido sin duda, el turismo. Se trata del motor que hace funcionar la economía española, así como también, el que más aporta al PIB, representando el 12,3%. Las aerolíneas, que representan una conexión directa con el turismo han sido una de las más afectadas en la bolsa española, como consecuencia del virus chino. Es el caso de IAG que, al cancelarse la mayor parte de los vuelos, la compañía dejó de tener ingresos. Por ende, al no haber demanda del crudo por parte de las aerolíneas y demás medios de transporte, estás han visto comprometidas sus ganancias. Durante las guerras del Golfo entre 1973 y 2003, el factor de riesgo estaba relacionado con la estabilidad y el control del petróleo. Para poder tomar control de la situación, países de todo el mundo, y principalmente, Estados Unidos se posicionó armamentísticamente junto con Organismos de Naciones Unidas. En esas fechas, la volatilidad del precio del crudo hasta entonces era exagerada, ya que en algunas etapas el precio subía drásticamente y en otras, como en la invasión de Iraq, no sufrió apenas variaciones. Con ello, lo que se pretende explicar es que al igual que el crudo fue el principal factor del descontrol en los mercados de todo el mundo, en la actualidad está ocurriendo exactamente lo mismo, con la aparición del virus. El Ibex 35 ha sido uno de los índices bursátiles a nivel global que más se han visto afectado. Desde el comienzo de la crisis sanitaria del Covid-19, ha llegado a tomar valores muy por debajo de lo normal. Es decir, el índice ha rondado los 6.000 puntos básicos, que representan cifras históricas si se hiciese memoria de la crisis financiera de 2010. La incertidumbre en el mercado continuo ha hecho que, durante esta etapa de pandemia, se desconozca si las empresas existentes pueden soportar económicamente esta situación, o bien, terminaran en quiebra. Pero, no todo ha sido negativo ya que la farmacéutica Grifols ha sabido aprovecharse bien de la situación. Con el estudio del plasma sanguíneo que realiza en sus laboratorios, ha estado analizando muestras para crear posibles prototipos de vacunas, para así erradicar el virus asiático. Esto deriva, en que una gran mayoría de inversores se interesen por comprar acciones de la compañía. Se trata de la posible solución a esta problemática y por ello sus acciones cada día que pasa cobran mayor valorización. Gracias a ello, la compañía consigue prestigio y buenas críticas, y por ende, los analistas del mercado continuo se decanten por recomendar posiciones cortas o de compra, en el mes de marzo de este año
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