El pádel como deporte olímpico: ¿una posibilidad real o un sueño inalcanzable?

Abstract

El pádel ha sido uno de los deportes que más ha crecido en los últimos años, pasando de ser un deporte practicado por unos pocos miembros de las clases altas de la sociedad, a convertirse en lo que es a día de hoy, un deporte con millones de jugadores en todo el mundo. Según el informe de la consultora Deloitte y Playtomic (2023), se estima que hay más de 25 millones de jugadores activos en más de 90 países y más de 60.000 pistas de pádel construidas globalmente. Su origen data del año 1969 en Acapulco (México), cuando Enrique Corcuera, adaptó un terreno de su finca colocando paredes para que la vegetación no se introdujera en la cancha, creando así la pista de pádel como la conocemos hoy en día. Aunque en la actualidad ya se juega en Europa, principalmente en países latino americanos, y Oriente Medio. Este crecimiento tan rápido plantea la pregunta de si el pádel puede llegar a ser olímpico, pero el camino para este reconocimiento no es tan sencillo. Existen una serie de requisitos rigurosos establecidos por el Comité Olímpico Internacional (COI) expuestos y explicados en el reportaje, para introducir nuevos deportes en el programa de los Juegos Olímpicos. La presencia a nivel global, evolución y desarrollo, la capacidad mediática o la correcta estructuración y el buen funcionamiento de una federación internacional. Además, uno de los más importantes es la presencia global en al menos 75 países masculinos y 40 femeninos en 4 continentes, en el cuál el pádel está trabajando para así lograr cuanto antes su sitio en el panorama olímpico. El principal impedimento para que el pádel pueda ser olímpico expuesto en el reportaje es su parecido con el tenis, que ya es un deporte olímpico y el COI dice que no puede haber dos deportes similares en el programa, además del número de países en los que está presente. Esto provoca que el pádel tenga que realizar una serie de cambios para no ser considerado una versión alternativa del tenis y por tanto ser reconocido como un deporte con su propia identidad, además de un trabajo enfocado a su expansión. En este reportaje, se mostrará y estudiará la evolución y expansión del pádel, y su carrera por entrar en el programa olímpico. Además, se explican los requisitos del COI para que un deporte sea olímpico, y la explicación del principal impedimento que es la similitud con el tenis, todo esto apoyado por declaraciones de jugadores, entrenadores y expertos en ambos deportes, quienes aportan sus ideas y sus conocimientos sobre esta posibilidad.

Padel has been one of the fastest-growing sports in recent years, evolving from an activity played by a select few among the upper classes to a global sport with millions of players worldwide. Its origins date back to 1969 in Acapulco, Mexico, when Enrique Corcuera adapted a section of his estate by adding walls to prevent vegetation from encroaching on the court, thereby creating the padel court as we know today. Although the sport is now played in Europe, the Americas (mainly in Latin American countries) and the Middle East, it was in Spain and Argentina where it truly flourished, becoming one of the most practiced sports alongside football. This rapid growth raises the question: could padel become an Olympic sport? However, the path to Olympic recognition is not so simple. The International Olympic Committee (IOC) has established a series of strict requirements for new sports to be included in the Olympic Games, which are outlined and analyzed in this report. Factors such as global presence, growth and development, media appeal, and the proper structuring and functioning of an international federation are among the criteria where padel can compare to -or even surpass- many existing Olympic sports. Despite this, padel still needs to evolve or undergo certain changes to secure a place in the Olympic program. The main obstacle preventing padel from achieving Olympic status, as discussed in the report, is its similarity to tennis , which is already an Olympic sport. The IOC states that two similar sports cannot coexist within the program. As a result, padek must introduce modifications to differentiate itself from tennis and establish its own identity as a distinct sport. This report examines the evolution and expansion of padel and its quest for Olympic inclusion. Additionally, it explains the IOC's requirements for Olympic recognition and delves into the primary challenge of the sport´s resemblance to tennis. These insights are supported by statements from players,coaches and experts from both sports who share their perspectives and knowledge on this possibility.