Paisaje y arqueología espacial de la memoria

Abstract

Todos tenemos paisajes en propiedad de espacios vividos. Parcelas en el recuerdo con una orografía propia, con una arquitectura definida, con una luz y un olor concreto que sería capaz de transportarnos a ese mismo lugar del pasado si se nos presentasen en un ahora presente. Para comenzar con este pequeño estudio, hablaremos del propio concepto de paisaje. En la casi imposible tarea de definir qué es paisaje, elegimos dos que nos convencen porque remiten a lo más esencial del mismo: paisaje, como una parte del territorio que se abarca en un vistazo (JACKSON, 2010, p.39) y paisaje, como un compendio de ideas, sensaciones y sentimientos que se elaboran a partir del lugar, haciendo alusión así a que la palabra paisaje no se refiere a un lugar físico (MADERUELO, 1996, p.10)