Prescripción de estabilizadores del ánimo y factores de riesgo cardiovascular en pacientes con trastorno mental grave

Abstract

Los pacientes con trastorno mental grave, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, presentan mayor mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Los principales factores de riesgo cardiovascular en estos pacientes son la hipertensión arterial, la diabetes mellitus tipo 2, la obesidad o las dislipemias. Las reacciones adversas derivadas del tratamiento con psicofármacos aumentan el riesgo cardiovascular, y pueden desencadenar alteraciones en parámetros relacionados con la tensión arterial, el colesterol, el peso o la glucosa. Este trabajo se enfocó en analizar si el consumo de estabilizadores del ánimo afecta a parámetros de riesgo cardiovascular en pacientes con trastorno mental grave, y si existía una asociación entre los factores de riesgo cardiovascular y la prescripción de estabilizadores del ánimo. Se realizó un estudio transversal a partir de las historias clínicas de los pacientes ingresados en el Centro Doctor Esquerdo (n=92). Los datos recopilados incluyeron las medidas antropométricas, el perfil lípidico, los niveles de glucosa, la tensión arterial, la medicación prescrita, así como la patología asociada. Los pacientes en tratamiento con ácido valproico (n=39) presentaron altos niveles de IMC (p=0.04) y de perímetro abdominal en hombres (p=0.01), en comparación con un grupo control de manera estadísticamente significativa. Los pacientes en tratamiento con carbamazepina u oxcarbazepina (n=7) presentaron altos niveles de colesterol HDL (p=0.04), de forma significativamente estadística. En cambio, los pacientes en tratamiento con litio (n=9) presentaron bajos niveles de IMC (p=0.04). Treinta pacientes en tratamiento con ácido valproico presentaron sobrepeso u obesidad. Estos resultados sugieren que el tratamiento con estabilizadores del ánimo tiene un impacto en parámetros cardiovasculares relacionados con los niveles colesterol, la glucosa y el perímetro abdominal. No se observó una asociación significativa entre el tratamiento con estabilizadores del ánimo y la diabetes o la hipertensión.