Estudio energético del edificio El Clot y propuestas de mejora

Abstract

Al igual que la mayoría de los países europeos, España es partidaria de priorizar el consumo de energía limpia frente a combustibles tradicionales. Da testimonio su inclusión en el protocolo de Kioto-París, así como del Pacto Verde Europeo (eliminar las emisiones de carbono para 2050) entre otros. A parte de la conciencia ecológica que impulsa estas prácticas hay que añadir que el país prácticamente carece de reservas combustibles fósiles, lo que obliga a obtenerlo mediante importación, encareciendo el producto y favoreciendo la competitividad de las fuentes renovables. Otro factor para tener en cuenta es que la geografía de España ayuda a estos: el clima cálido y poco lluvioso permite una gran captación de energía solar, dispone de grandes cuencas hidrográficas para crear embalses y amplias llanuras y montes propicios para la captación del viento, además de disponer de un amplio litoral marino para captar energía mareomotriz/undimotriz. Por otro lado, la mayoría de las fuentes de energía limpia están subvencionadas, por lo que en lo que respecta a la generación de electricidad tienen preferencia respecto a las centrales convencionales (hueco térmico) siempre que tengan disponibilidad. Por este motivo el precio de la energía está sometido a grandes fluctuaciones no solo debido a la demanda como en otros lugares sino a la dispar oferta de fuentes que existen (mix energético). Estas medidas, junto al descenso de la actividad industrial debido a la crisis económica de 2009 y del COVID-19, ha provocado que la potencia instalada sea superior al doble de la demanda máxima, lo que ha provocado que deban hibernas algunas centrales de ciclo combinado.