Abstract:
La sociedad postmoderna ha transformado muchas conductas familiares, entre ellas, la comunicación familiar y el hábito de comer en familia, práctica que ha disminuido en España en las últimas décadas, al tiempo que han aumentado la agresividad y las conductas violentas en adolescentes. El
objetivo principal de este trabajo fue determinar la relación de la frecuencia de comidas en familia con la comunicación familiar y con la agresividad
en población adolescente. Participaron 1117 adolescentes (51.1% mujeres y 48.9% varones), entre 14 y 18 años (M = 16.20; DT = 1.31), procedentes de 23 centros educativos, 10 grados universitarios y 18 centros específicos de menores de Castilla y León (España). Se utilizó el Cuestionario de Agresividad de Buss y Perry (BPAQ) y la Escala de Comunicación Familiar (FCS). Los resultados muestran que la ausencia de comidas
en familia está asociada con un descenso de la comunicación familiar y un aumento de la agresividad física, la ira y la hostilidad del adolescente.
Si comer en familia va acompañado de comunicación familiar, una mayor frecuencia de comidas en familia se relaciona con una disminución de las
tres dimensiones mencionadas de la agresividad. Sin embargo, si se deja al margen la influencia de la comunicación familiar, comer frecuentemente
en familia se relaciona con una reducción de la agresividad (física, ira y hostilidad), pero comer siempre en familia está asociado con un nuevo
incremento de la agresividad física y hostilidad. Los hallazgos revelan la importancia de potenciar las comidas en familia y la comunicación familiar
Family meals: its relationship with family communication and adolescent aggression. Postmodern society has modified many family behaviors,
among them, family communication and the habit of eating together as a family, a practice that has decreased in Spain in the last decades while
aggressiveness and violent behaviors in adolescents have increased. The main objective of the present study was to determine the relationship between the frequency of family meals with family communication and with aggression in adolescent population. 1117 adolescents (51.1% female and
48.9% male), aged between 14 and 18 years (M = 16.20; SD = 1.31), from 23 educational centers, 10 university grades, and 18 specific juvenile
centers in Castilla y León (Spain) participated in the study. The Buss and Perry Aggression Questionnaire (BPAQ) and the Family Communication
Scale (FCS) were used. The results show that the absence of family meals is associated with a decrease in family communication and an increase
in adolescent physical aggression, anger, and hostility. If family meals are accompanied by family communication, a higher frequency of family meals
is associated with a decrease in the three aforementioned dimensions of aggression. However, if the influence of family communication is left out,
eating frequently as a family is related to a reduction in physical aggression, anger and hostility, but always eating as a family is associated with a new
increase in physical aggression and hostility. Findings reveal the importance of enhancing family meals and family communication
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