Abstract:
En el “deporte rey”, especialmente en España, nunca ha habido sitio para las mujeres
debido a una larga tradición machista que ridiculizó a las futbolistas durante el
franquismo. Los residuos de los valores férreos de aquellos años permanecieron en la
mentalidad de una sociedad profundamente injusta con las mujeres, especialmente en
el fútbol, aún habiéndose instaurado la democracia. Sin embargo, con el auge de la
corriente feminista que acabó con el silencio de las jugadoras, las mujeres que practican
fútbol están un poco más cerca de gozar de unas buenas condiciones en un terreno
históricamente asociado al hombre. El último gran avance es la profesionalización del
fútbol femenino en 2021, gracias a una huelga sin precedentes convocada por las
jugadoras de primera división.
En el CD Camporrobles Femenino, un equipo humilde que se forjó hace 26 años en un
pueblo de 1.500 habitantes, aquellas que han querido jugar al fútbol han tenido que
hacer frente a prejuicios sociales porque su hobbie no era propio de su género. La falta
de apoyo económico por parte de la directiva y la falta de recursos técnicos conllevaron
muchos sacrificios para poder hacer lo que más les gustaba. Aún así, estas mujeres que
fueron unas rara avis adelantadas a su tiempo, consiguieron posicionar al equipo como
todo un hito histórico en la Comunidad Valenciana y como un referente en la comarca.
De la plantilla de aquellas mujeres que emprendieron la aventura han salido grandes
jugadoras que han aportado su pequeño grano de arena hacia un cambio de paradigma.
En la actualidad, el CD Camporrobles Femenino ha ampliado sus filas añadiendo dos
nuevos equipos gracias a su perseverancia.
In the "king sport", especially in Spain, there has never been room for women due to a
long machista tradition that ridiculed footballers during the Franco regime. The remnants
of the iron-clad values of those years remained in the mentality of a society deeply unjust
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to women, especially in football, even though democracy had been established. However,
with the rise of the feminist current that ended the silence of the players, women who
practice football are a little closer to enjoying good conditions in an area historically
associated with men. The latest breakthrough is the professionalization of women’s
football, thanks to an unprecedented strike called by the first division players.
In the CD Camporrobles Femenino, a humble team that was forged 26 years ago in a town
of 1,500 inhabitants, those who have wanted to play football have had to face social
prejudices because their hobby was not specific to their genre. The lack of financial
support from the management and the lack of technical resources involved many
sacrifices to be able to do what they liked best. Even so, these women who were rare avis
ahead of their time, managed to position the team as a historic landmark in the Valencian
Community and a reference in the region. From the staff of those women who undertook
the adventure have emerged great players who have contributed their small grain of sand
towards a paradigm shift. Currently, the CD Camporrobles Femenino has expanded its
ranks by adding two new teams thanks to their perseverance.
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