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dc.contributor.advisorRamia Ángel, José Manuel-
dc.contributor.advisorVillodre Tudela, Celia-
dc.contributor.authorCerezo Mortes, Esther-
dc.contributor.otherDepartamentos de la UMH::Patología y Cirugíaes_ES
dc.date.accessioned2025-11-03T16:31:23Z-
dc.date.available2025-11-03T16:31:23Z-
dc.date.created2025-05-07-
dc.identifier.urihttps://hdl.handle.net/11000/37792-
dc.description.abstractIntroducción El trasplante hepático es el tratamiento de elección para la insuficiencia hepática terminal; la optimización de la estancia hospitalaria es un punto clave para mejorar los resultados postoperatorios. La implementación de protocolos de alta precoz tiene como objetivo reducir complicaciones asociadas a la hospitalización prolongada, pero su viabilidad aún genera debate, sobre todo en función del tipo de donante. Este estudio tiene como objetivo analizar y comparar la seguridad y los resultados del alta precoz en pacientes trasplantados con injertos provenientes de muerte encefálica y asistolia. Métodos Se llevó a cabo un estudio retrospectivo en el que se analizaron los trasplantes hepáticos realizados en el Hospital Dr Balmis, diferenciando entre aquellos que recibieron injertos de donantes en muerte encefálica y en asistolia. Se evaluaron variables clínicas y analíticas, estancia hospitalaria, mortalidad y reingresos. Se utilizaron herramientas estadísticas para identificar las diferencias significativas entre ambos grupos. Resultados El estudio recoge los datos de 408 pacientes trasplantados en 13 años, de estos, el 83,8% recibieron un injerto de donante en muerte encefálica, en comparación con 16,2% de donantes en asistolia (siendo un 13,5% si solo tenemos en cuenta la donación en asistolia controlada). Los resultados muestran que el alta precoz es una estrategia viable y segura en ambos grupos, con una tasa de alta precoz de un 59,1% de pacientes que recibieron un injerto de donación en muerte encefálica y un 36,4% en los de donación en asistolia (un 34,5% si solo tenemos en cuenta la donación en asistolia controlada). Sin embargo se identificaron diferencias en la evolución postoperatoria en función del tipo de donante, la mediana de días hospitalizados fue de 4 días en el grupo de muerte encefálica y de 6 días en el grupo de asistolia (7 días en el grupo de asistolia controlada). La tasa de reingresos fue ligeramente mayor en el grupo de muerte encefálica (31,9% vs 30,3%), pero sin diferencias significativas. La mortalidad global (19,3% vs 12,1%) y en los primeros días postoperatorios (1,8% vs 1,5%) también fue mayor en el grupo de muerte encefálica, pero también sin diferencias significativas. Conclusión El alta precoz en trasplante hepático es una opción segura tanto en pacientes con donantes en muerte encefálica como en asistolia, sin aumentar la mortalidad ni los reingresos. No obstante, es recomendable individualizar su aplicación según las características clínicas de cada pacientees_ES
dc.description.abstractIntroduction Liver transplantation is the treatment of choice for end-stage liver failure; optimizing hospital stay is a key factor in improving postoperative outcomes. The implementation of early discharge protocols aims to reduce complications associated with prolonged hospitalization. However, its feasibility remains a topic of debate, particularly depending on the type of donor. This study aims to analyze and compare the safety and outcomes of early discharge in transplant patients receiving grafts from brain-dead and circulatory death donors. Methods A retrospective study was conducted, analyzing liver transplants performed at Dr. Balmis Hospital, distinguishing between recipients of grafts from brain-dead and circulatory death donors. Clinical and analytical variables, hospital length of stay, mortality, and readmission rates were evaluated. Statistical tools were used to identify significant differences between both groups. Results The results show that early discharge is a viable and safe strategy in both groups. However, differences were identified in postoperative evolution depending on the type of donor. The median length of hospital stay was 4 days in the brain-death group and 6 days in the circulatory-death group. The readmission rate was slightly higher in the brain-death group, though without significant differences. Overall mortality and early postoperative mortality were higher in the circulatory-death group, but also without significant differences. Conclusion Early discharge in liver transplantation is a safe option for patients receiving grafts from both brain-dead and circulatory death donors, without increasing mortality or readmissions. However, it is advisable to individualize its application based on the clinical characteristics of each patient.es_ES
dc.formatapplication/pdfes_ES
dc.format.extent35es_ES
dc.language.isospaes_ES
dc.publisherUniversidad Miguel Hernándezes_ES
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesses_ES
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/*
dc.subjectAlta precozes_ES
dc.subjecttrasplante hepáticoes_ES
dc.subjectdonante en asistoliaes_ES
dc.subjectdonante en muerte encefálicaes_ES
dc.subject.otherCDU::6 - Ciencias aplicadas::61 - Medicinaes_ES
dc.titleAlta precoz en trasplante hepático de donante en asistolia vs donante en muerte encefálicaes_ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/bachelorThesises_ES
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TFG- Medicina


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