Resumen :
El pasado mes de diciembre de 2023, la Unión Europea tomó la decisión inédita de abrir
las negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia. Un hecho que supone un
auténtico espaldarazo para la sociedad ucraniana, involucrada desde hace más de dos años
en una guerra con Rusia y que llevaba tiempo demandando un acercamiento real de su
país a Europa.
La decisión de abrir las negociaciones con un país inmerso en un conflicto bélico plantea
un escenario inédito, en el que hay más incógnitas que certezas, pero que dibuja las
primeras pinceladas de la que será la Unión Europea del futuro, con más estados
miembros y con la desaparición de las zonas grises que generan tensión en el continente.
Si hablamos de la potencial integración de Ucrania hemos de hacerlo con cautela, pues
más allá del contexto bélico, se trata de un país extenso y con un gran número de
habitantes, que además es una potencia agrícola, con todo lo que ello supondría a nivel
social y económico para el club europeo. Hablar de la adhesión de Ucrania es hablar de
los retos y reformas que deberán de acometerse en los próximos años, tanto en el propio
país como en el seno de la Unión.
En este trabajo he querido poner sobre la mesa todos los problemas que plantea este nuevo
escenario y explicar, de la mano de expertos en la materia, cómo evolucionará la situación
en los próximos meses y años. Para ello hemos de remontarnos a los inicios de las
relaciones entre Ucrania y Europa, marcadas por los ánimos imperialistas y de influencia
que ha mostrado Rusia desde la desintegración de la Unión de Repúblicas Soviéticas en
la última década del siglo XX.
El camino de adhesión será largo y ambas partes tendrán que hacer esfuerzos, pero la
llegada de Ucrania a Europa se muestra como la única vía para garantizar la libertad del
pueblo ucraniano y la independencia de su ciudadanía, que en los últimos veinte años ha
dejado bien claro cuál quiere que sea el camino a recorrer por su país.
Last December 2023, the European Union made the unprecedented decision to open
accession negotiations with Ukraine and Moldova. This decision represents a significant
boost for Ukrainian society, which has been involved in a war with Russia for over two
years and has been demanding a real rapprochement with Europe for years.
The decision to open negotiations with a country immersed in an armed conflict presents
an unprecedented scenario, with more questions than answers. However, it outlines the
first steps towards the future European Union, with more member states and the
elimination of gray areas that generate tension on the continent.
When discussing the potential integration of Ukraine, we must do so cautiously. Beyond
the wartime context, Ukraine is a large country with a significant population and is also
an agricultural powerhouse. This carries substantial social and economic implications for
the European club. Talking about Ukraine's accession means discussing challenges and
reforms that will need to be undertaken in the coming years, both within the country itself
and within the Union.
In this work, I aim to address all the issues posed by this new scenario and explain, with
the help of experts in the field, how the situation will evolve in the coming months and
years. To do so, we need to go back to the beginnings of relations between Ukraine and
Europe, marked by Russia's imperialist ambitions and influence since its separation from
the Union of Soviet Socialist Republics in the last decade of the 20th century.
The path to accession will be long, and both parties will have to make efforts. However,
Ukraine's integration into Europe appears to be the only way to ensure the freedom of the
Ukrainian people and the independence of its citizens, who have made it clear over the
past twenty years which path they want their country to follow.
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