Riesgos de practicar Ejercicio Físico en personas embarazadas

Abstract

El embarazo es el proceso en el que una mujer lleva a cabo el desarrollo y crecimiento de uno o más embriones o fetos dentro de su útero y dura aproximadamente 40 semanas. Durante ese tiempo, el cuerpo de la mujer experimenta cambios fisiológicos y morfológicos mediados por hormonas como los estrógenos y la progesterona. Existen algunas complicaciones comunes durante el embarazo como la preeclampsia, diabetes gestacional, anemia y diástasis abdominal, entre otros. No obstante, se cree que la práctica de ejercicio físico moderado puede ayudar a prevenir y tratar estas patologías. El objetivo de esta revisión es encontrar recomendaciones de ejercicio físico seguro para prevenir estas patologías y asegurar el bienestar materno y fetal. La búsqueda se realizó conforme a las declaraciones de la guía PRISMA en PubMed y SPORTDiscus usando las palabras clave “risk”, “training”, “pregnancy” y “fetus”. En PubMed se obtuvieron 1968 resultados iniciales y en SPORTDiscus se encontraron 7 artículos. Tras la aplicación de los criterios de inclusión y exclusión, un total de 9 artículos fueron sometidos a la evaluación del riesgo de sesgo según la herramienta Cochrane. La investigación identificó los riesgos del ejercicio durante el embarazo y las mejoras prácticas para un desarrollo fetal óptimo según el trimestre gestacional. Se concluyó que el ejercicio físico mejora la salud materna y fetal, destacando que 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado semanalmente benefician el desarrollo cardíaco fetal y reducen cesáreas. Se observó que la actividad física es segura y beneficiosa, aunque se necesitan más estudios rigurosos. Además, el entrenamiento de fuerza y del suelo pélvico mostró beneficios específicos, como mayor peso al nacer y menor trabajo de parto. Se propone una intervención para promover la actividad física durante el embarazo y mejorar la salud materno-fetal, dirigida a mujeres embarazadas, especialmente con alto índice de masa corporal o riesgos específicos, en colaboración con profesionales de salud especializados. El programa incluirá ejercicios del suelo pélvico y ejercicios aeróbicos, con sesiones adaptadas y supervisadas, recomendando 150 minutos semanales de ejercicio moderado y con evaluaciones periódicas para monitorizar el progreso y ajustar el programa.