Resumen :
La enfermedad de Parkinson es una patología neurodegenerativa que cursa con síntomas característicos tanto de tipo motor (temblor, rigidez, bradicinesia, discinesias) como no motor (dolor, insomnio, ansiedad, depresión, psicosis). Hoy en día, los avances en la medicina han conseguido aumentar de forma significativa la esperanza de vida, lo que también se traduce en una mayor incidencia de la enfermedad de Parkinson. Es una enfermedad que no solo afecta al paciente, sino también a todo su entorno social y familiar. Los tratamientos de los que disponemos son tratamientos sintomáticos, dirigidos principalmente a mejorar la función motora, siendo la L-DOPA el fármaco más empleado. Además, a largo plazo la medicación es cada vez menos efectiva, causando con mayor frecuencia fluctuaciones entre períodos on (no hay síntomas) y períodos off (síntomas motores). En los últimos años la investigación está teniendo un gran interés sobre el cannabidiol (CBD), ya que se ha aceptado para indicaciones como epilepsia o esclerosis múltiple. Se está investigando su papel como molécula neuroprotectora, pudiendo mostrar potencial para detener la muerte neuronal que se sufre en el Parkinson o, al menos, enlentecer la muerte neuronal, lo que se podría traducir en una mayor calidad de vida. El principal objetivo del presente trabajo es recopilar la evidencia que existe hoy en día sobre su papel neuroprotector, así como de los efectos sobre síntomas no motores y síntomas motores. Se ha realizado una revisión bibliográfica en Embase, Scopus y MedLine para recopilar la evidencia original preclínica y clínica, centrada en evaluar el potencial terapéutico del CBD en el Parkinson. En la búsqueda se ha obtenido evidencia acerca del papel neuroprotector del CBD en modelos animales, desde líneas celulares hasta ratones. Además, se han descritos efectos antiinflamatorios y de regulación de la autofagia. Desde el punto de vista clínico, se ha evidenciado que su administración mejora los niveles de ansiedad, calidad de vida y psicosis, encontrando resultados contradictorios en relación con su beneficio en el insomnio. El panorama futuro de su investigación es prometedor ya que muestra una eficacia preclínica notable, pero se necesitan ampliar los estudios clínicos para evaluar su eficacia en pacientes de Parkinson.
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