Resumen :
La hipertensión arterial (HTA) es un síndrome multifactorial y multicausal caracterizado por una presión arterial con niveles superiores a 130/80mmHg de presión arterial sistólica (PAS) y diastólica (PAD), respectivamente. Es una de las enfermedades más prevalentes a nivel global, dado que más del 70% de la población mundial mayor de 60 años ha sido diagnosticada con HTA. Además se ha convertido en la tercera causa de muerte en el mundo, a la que se le atribuye una de cada ocho muertes globales (Gómez et al. 2018).
Las causas son generalmente desconocidas, aunque hay ciertos factores asociados a la HTA como sexo, tabaquismo, diabetes mellitus, dislipidemia/hipercolesteronemia, sobrepeso/obesidad, sedentarismo, dieta no saludable, problemas renales, historial familiar, incremento de la edad, bajo poder económico, apnea obstructiva nocturna y estrés psicosocial.
Hasta la fecha, solo un meta-análisis ha analizado el efecto positivo del entrenamiento de fuerza dinámica (EFD) de intensidad moderada sobre la presión arterial en reposo y por tanto, ningún estudio incluye los trabajos con otras intensidades de entrenamiento, ni resume los trabajos publicados en los últimos 10 años. Además, no hay una revisión reciente de fuerza dinámica que valore otros moderadores como duración del programa de intervención, tipo de ejercicios, intensidad, volumen, descansos, etc... Por ello, esta revisión sistemática y meta-análisis tuvo como objetivo, evaluar y cuantificar los efectos del EFD en la magnitud del cambio en la PAS, PAD y PAM en personas hipertensas y normotensas.
Para realizar la revisión se utilizaron distintas bases de datos electrónicas como PubMed y Google Scholar, identificando artículos publicados hasta el 31 de marzo de 2019. Se identificaron un total de 1.031 referencias, de las cuales sólo 9 artículos (405 participantes) cumplieron los criterios de inclusión (puntuación media obtenida de 7,4 en la escala PEDro). Los resultados revelaron mejoras estadísticamente significativos (p < 0.001) y clínicamente relevantes (descensos superiores a 2 mmHg) en el grupo experimental frente al grupo control tanto en la PAS (-4.92 mmHg), PAD (-4.85 mmHg) y PAM (-2.64mmHg), por lo que se podría afirmar que el entrenamiento de fuerza dinámica produce reducciones significativas en la presión arterial y podría ser una medida no farmacológica eficaz para controlar la presión arterial.
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