Resumen :
Las instituciones que gobiernan deportes como el fútbol o el baloncesto generan unos
calendarios competitivos que cada año cuentan con una mayor densidad de eventos sin
que aumenten los periodos de descanso. Esto provoca que los deportistas profesionales
estén sometidos a una gran presión tanto en el plano físico como en el psicológico a lo
largo de una temporada, lo que les puede llevar a sufrir problemas de salud en el corto
y el largo plazo.
Para poder competir al más alto nivel, los deportistas profesionales realizan a diario un
trabajo psicológico y físico pautado por los preparadores de sus clubes. El apartado
mental es fundamental, ya que en ocasiones los jugadores sufren episodios de estrés o
ansiedad que no les permiten rendir al nivel requerido. Por otro lado, el plano físico
también tiene una gran importancia para afrontar en condiciones óptimas las diferentes
competiciones a lo largo del año y se trabaja de forma distinta en los dos tramos del
curso: en la pretemporada y durante la temporada.
Más allá de toda la preparación, la gran densidad de eventos competitivos a lo largo de
los meses hace inevitable que los deportistas sufran lesiones, que suelen ser de tipo
muscular y tendinoso en el fútbol y el baloncesto. En ocasiones, esta situación se reitera
en el tiempo y puede acabar truncando la carrera deportiva de un jugador, que pone su
cuerpo al servicio de entrenar, jugar y viajar sin los plazos de descanso recomendados.
En un curso competitivo como este, que ha estado marcado por la pandemia del Covid-
19, se ha hecho latente la necesidad de replantear un cambio de estructura en los
calendarios deportivos actuales, que responden a intereses comerciales y dejan en un
segundo plano la salud física y mental de los protagonistas sobre el terreno de juego.
The institutions that govern sports such as football or basketball generate competitive
calendars with a higher density of events every year without increasing rest periods. As
a result, professional athletes are under great physical and psychological pressure
throughout the season, which can lead to health problems in the short and long term. To be able to compete at the highest level, professional sportsmen and women carry
out daily psychological and physical work, guided by their clubs' trainers. The mental
aspect is crucial, as sometimes players suffer episodes of stress or anxiety that do not
allow them to perform at the required level. On the other hand, the physical aspect is
also really important in order to face the different competitions throughout the year in
optimal conditions and is worked on differently in the two stages of the season: in the
pre-season and during the season.
Beyond all the preparation, the high density of competitive events over the months
makes it inevitable that athletes will suffer injuries, which are usually muscular and
tendon-related in football and basketball. Sometimes, this situation is repeated over
time and can end up ending the sporting career of a player, who puts his body at the
service of training, playing and travelling without the necessary rest periods.
In a competitive year such as this one, which has been hit by the Covid-19 pandemic,
there is a latent need to rethink a change of structure in the current sporting calendars,
which respond to commercial interests and leave the physical and mental health of the
players in second place.
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