Resumen :
La pandemia producida por la COVID-19 ha generado un impacto psicosocial, negativo sobre la salud mental de las personas. Desde la psicología positiva se plantea la importancia de las fortalezas y recursos personales como fuerzas para amortiguarlo. Uno de estos modelos es el de Covitalidad de Furlong, que incluye una serie de competencias socioemocionales (confianza en uno mismo, confianza en los demás, competencia emocional y compromiso con la vida). El objetivo del trabajo fue estudiar la relación entre la Covitalidad, el impacto de la COVID-19 y la aparición de síndromes clínicos psicológicos. Se diseñó un protocolo online, “PsicorecurSOS COVID-19”. De 1.020 participantes, 595 completaron la encuesta completa, contando con mayor representación de mujeres (72.0%). La edad de los participantes osciló entre los 18 y 83 años, (M = 37.21; DT = 13.19). Se calcularon valores alpha de Cronbach, realizaron análisis de estadísticos descriptivos, correlaciones entre las variables de estudio y análisis de regresión lineal. Los resultados indicaron que las chicas presentaron puntuaciones estadísticamente significativas en estrés agudo, agorafobia, pánico, ansiedad generalizada, fobia social, ansiedad ante la salud y depresión. Sin embargo, los tamaños del efecto fueron pequeños. Los modelos de regresión lineal indicaron que la Covitalidad amortigua y el estrés agudiza los síntomas de ansiedad y depresión debidos a la COVID-19, explicando conjuntamente el 46% de varianza explicada. Los datos indican la importancia de acciones para el desarrollo de competencias socioemocionales que amortigüen el impacto negativo de eventos estresantes futuros para prevenir problemas de salud mental.
The pandemic caused by COVID-19 has had a negative psychosocial impact on people's mental health. Positive psychology suggests the importance of personal strengths and resources as a buffering force. One of these models is Furlong's Covitality model, which includes a series of socio-emotional competencies (self-confidence, trust in others, emotional competence and commitment to life). The aim of the work was to study the relationship between Covitality, the impact of COVID-19 and the occurrence of clinical psychological syndromes. An online protocol, "PsychorecurSOS COVID-19", was designed. Out of 1,020 participants, 595 completed the entire survey, with a higher representation of women (72.0%). Participants ranged in age from 18 to 83 years (M = 37.21, SD = 13.19). Cronbach's alpha values were calculated, descriptive statistical analyses, correlations between study variables and linear regression analyses were performed. Results indicated that girls had statistically significant scores on acute stress, agoraphobia, panic, generalised anxiety, social phobia, health anxiety and depression. However, effect sizes were small. Linear regression models indicated that Covitality dampens and stress exacerbates symptoms of anxiety and depression due to COVID-19, together explaining 46% of variance explained. The data indicate the importance of actions for the development of socioemotional competences that buffer the negative impact of future stressful events in order to prevent mental health problems.
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