Abstract:
Antecedentes: Se ha sugerido la posibilidad de que exista una relación
recíproca entre los trastornos de sueño (TS) y el dolor, que puede perturbar la
continuidad/calidad del sueño y el mal sueño exacerbar el dolor. A día de hoy
no hay estudios objetivos que analice su impacto en la funcionalidad de los
pacientes, así como la influencia del uso opioides. Objetivos: El presente
estudio tiene como objetivo principal caracterizar los patrones de sueño en
pacientes con dolor crónico que estén siendo tratados con opioides. Metodología: Estudio observacional, prospectivo (n=100 sujetos,1 caso: 1
control, familiar sin problemas de sueño), para estudiar los patrones de sueño
empleando mediciones subjetivas de sueño (MOSS, PSQI), fatiga, somnolencia
y la influencia de depresión/ansiedad; así como objetivas (monitorización
circadiana ambulatoria). Además, se correlacionarán con variantes clínicas
(intensidad dolor), farmacológicas (consumo analgésicos, dosis equivalente de
morfina (DEM), de seguridad (eventos adversos) y genéticas involucradas en
los TS. Resultados: Se presenta un resumen preliminar (n=40 casos, edad
media 56±10 años, 77% mujeres, dolor moderado intenso) que recibían una
DEM de 82±73 mg/día, con ansiedad media y tendencia a la depresión. La
mayor parte manifestaban insomnio de conciliación y baja eficiencia del sueño,
indicando la presencia de problemas de sueño moderados/elevados, sin
presencia de signos de somnolencia, ni fatiga diurna significativos. Además,
estos TS no se relacionaron con la DEM y sí, con la edad de las personas. El
5% presentaron insomnio como evento adverso y ninguno somnolencia. Se
encontraron diferencias significativas en la prescripción de medicamentos, por
sexo. Las mujeres recibieron más analgésicos menores, tramadol y
prácticamente la mitad DEM que los hombres con el mismo nivel de dolor. En
cambio, recibieron más ansiolíticos y menos hipnóticos para tratar sus TS. Conclusiones: El patrón de sueño observado en la población con dolor crónico
merece atención médica. Además, se detectó un sesgo de género en la
prescripción de medicación analgésica e hipnótica con los mismos niveles de
dolor y de TS. Futuros análisis permitirán definir mejor los posibles fenotipos de
sueño y por lo tanto mejorar la individualidad terapéutica.
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