Abstract:
La posverdad es un eufemismo de engaño porque alude a aquellos mensajes que apelan
a la emoción de los receptores cuando deberían invitarlos a elaborar conclusiones.
Este fenómeno es comparable a la propaganda, a la publicidad y al marketing político
porque muestra información parcial o alterada empleando un lenguaje seductor para
cubrir expresiones que, de pronunciarse literalmente, harían reflexionar al público o
provocarían resistencia.
Al contrario, el Periodismo defiende la información contrastada, clara y veraz. No
obstante, son precisamente los medios de comunicación y el desarrollo de la tecnología
los que han abierto paso a la posverdad. En primer lugar, el predominio del
entretenimiento en la televisión y la dependencia de la imagen en los telediarios
contribuyen a la simplificación del discurso informativo; como consecuencia, se cae en
la desinformación. En su competencia con la pequeña pantalla, la prensa introduce
nuevas vías que tratan de desvelar la vida privada de las personalidades públicas en un
intento por manifestar transparencia.
Internet, finalmente, es el ecosistema donde nace la posverdad, dado que gabinetes,
publicistas, periodistas, políticos, personajes públicos y usuarios se convierten tanto en
emisores como en receptores de información. Por probabilidad, donde hay más
comunicación, hay más engaño.
El Periodismo es fundamental en el desarrollo de una democracia. Su deontología
profesional es aplicable a la era de la posverdad. Pero también es importante el estudio
de la historia porque capacita a los periodistas para no caer en la trampa de reproducir
los discursos del poder de modo que se conviertan en sus portavoces.
Post-truth is a deceitful euphemism because it refers to those messages that invoke
emotions in the receivers when they should be invited to develop conclusions.
This phenomenon is comparable to propaganda, advertising and political marketing
because they all show one part of the information or altered information. They use
seductive language to cover expressions that, if pronounced literally, would make the
public reflect or provoke resistance.
On the contrary, Journalism defends contrasted, clear and truthful information.
However, it is mass media and the development of technology that have opened the way
to post-truth. Firstly, the predominance of entertainment on television and the
dependence on images on the news contribute to the simplification of the informative
discourse; as a consequence, it falls into disinformation. To compete with television, the
press is introduced into new areas that try to reveal the private life of public figures in
an attempt to manifest transparency.
Finally, the internet is the ecosystem where post-truth is born, since communication
cabinets, publicists, journalists, politicians, public figures and users become both
transmitters and receivers of information. By probability, where there is more
communication, there is more deception.
Journalism is fundamental in the development of a democracy. Its professional
deontology is applicable to post-truth era. The study of history is also important because
it enables journalists to avoid falling into the trap of reproducing the discourses of
power so that they become its spokesmen.
|