Resumen :
El pasado 22 de marzo de 2016 se produjo uno de los atentados más sangrientos de la historia de Bélgica. Todos los medios se hicieron eco de la tragedia y a la hora de informar abordaron la noticia como un ataque al “corazón de Europa”, pues se producía en la sede de la Unión Europea (Bruselas), donde cuatro días antes había sido detenido uno de los autores de los ataques de París, el yihadista Salah Abdeslam.
El Estado Islámico reivindicó la autoría de la masacre: trataba de incidir nuevamente sobre la población y mandar otro amenazador mensaje al mundo. Aquí entra en juego el papel de los medios de comunicación. El lenguaje, los titulares, las imágenes, el tratamiento a las víctimas y la relevancia mediática son algunos de los aspectos claves cuando los periodistas tienen que dar noticias de este calado. Los medios digitales (El País), la televisión (TVE) y la prensa impresa (El Mundo) son algunos de los principales soportes mediáticos. Éstos disponen de sus propios códigos éticos —mecanismos autorreguladores— que pueden utilizar cuando tienen que emitir informaciones como estas, pero solo el de Radio Televisión Española aporta valor añadido y aporta premisas para informar sobre tragedias como la de la capital belga. Pero no existe ningún organismo externo que obligue a estos medios a aplicar las premisas de sus manuales.
En un mundo en el que cada vez avanza más el terrorismo tratando de imponer el miedo, resulta clave el papel de los medios de comunicación y que éstos no se queden de brazos cruzados e intenten combatir ese miedo es de vital importancia. Al margen de RTVE, en el periodismo español los profesionales tienen otros códigos (como por ejemplo el de la FAPE) a los que ceñirse. Televisión Española, El País y El Mundo trataron los atentados de Bruselas desde un punto de vista coherente, sin embargo algunos reproches éticos pueden ser puestos en evidencia.
On March 22nd, 2016, one of the bloodiest attacks in the history of Belgium occurred. All the media highlighted the tragedy and, at the time of reporting, they addressed the news as an attack in the "heart of Europe", since it took place at the headquarters of the European Union (Brussels) where one of Paris attacks’ perpetrator, the jihadist Salah Abdeslam, had been arrested four days before.
The Islamic State claimed responsibility for the massacre: it tried to re-influence the population and send another threatening message to the world. This is where the role of the media comes into play. Language, headlines, images, treatment of victims and media relevancy are some of the key aspects when journalists submit news of this draft. Digital media (El País), television (TVE) and print media (El Mundo) are some of the main media in Spain. These have their own ethic code - self-regulatory mechanisms - that can be used when they issue information such as these, but only Radio Televisión Española brings added value and provides premises to report on tragedies such as the Belgian capital. Nonetheless, there is no external body that forces these means to apply their manual premises.
In a world where terrorism is increasingly trying to impose fear, the role of the media is of key importance when trying to fight fear and apathy. Apart from RTVE, in Spanish journalism professionals have other codes (such as FAPE) in which to abide by. Televisión Española, El País and El Mundo treated the Brussels’ issue from a coherent point of view, however some ethical reproaches may be put forward.
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