Bitcoin como activo de inversión: análisis y comparación con activos tradicionales.

Abstract

En este estudio se pretende analizar y comparar el comportamiento de diferentes activos de inversión. En primer lugar, Bitcoin como un activo nuevo con características propias como una alta volatilidad y rentabilidad. Por el otro lado, encontramos a los activos tradicionales como el Oro, que destaca por su historia como valor seguro y estable y el S&P500 (Standard & Poor's 500) que destaca por ser el indicador de referencia de la economía de EE.UU. además de ser reconocido como un activo equilibrado y de riesgo moderado. La metodología utilizada para la evaluación y análisis de los activos son los indicadores financieros de: rentabilidad, volatilidad y los ratios de Sharpe y Sortino que sirven para medir la eficiencia de cada activo. A lo largo del trabajo se emplean datos históricos de la última década así como un análisis más profundo del comportamiento y correlación de estos activos en épocas de inestabilidad, como el COVID-19. Asimismo, otro de los aspectos clave que se abordan son las perspectivas futuras de Bit coin y su creciente adopción por parte del inversor particular e institucional como la de algunos gobiernos o fondos de inversión. Este hecho refuerza el potencial de Bitcoin y su progresiva legitimación como activo para el futuro de las finanzas. Los resultados obtenidos revelan que el Bitcoin registra rentabilidades medias significativamente superiores a las del S&P500 y el Oro, aunque, acompañadas con niveles de volatilidad muy por encima de los observados en los activos tradicionales. A pesar de su gran volatilidad, Bitcoin muestra unos ratios de eficiencia que superan a los del S&P500 y el Oro, por lo que, incluso asumiendo un mayor riesgo, ha sido capaz de proporcionar una rentabilidad ajustada al riesgo mejor que la de los activos tradicionales, por lo menos, a largo plazo. Por otro lado, los resultados obtenidos durante la crisis del COVID-19 confirman el rol tradicional del Oro como activo refugio, ya que, mientras que Bitcoin y el S&P500 su frieron fuertes caídas, el Oro logró un rendimiento positivo, además, mostró la menor volatilidad y los ratios de Sharpe y Sortino más favorables. No obstante, Bitcoin demostró una sorprendente capacidad de recuperación, a pesar de las caídas, terminó el período con una rentabilidad acumulada positiva mientras que el S&P500 se mantuvo en pérdidas. Por último, durante la fase de recuperación final, Bitcoin destacó y se consolidó como el activo más rentable, por delante del Oro y el S&P500. Tras analizar y comparar los resultados obtenidos cabe destacar que Bitcoin a pesar de ser un activo con un alto riesgo, no apto para cualquier inversor, demuestra un enorme potencial con una rentabilidad muy encima de los activos tradicionales y una resistencia frente a las caídas a medio y largo plazo asombrosa, confirmando su potencial de convertirse en un activo refugio similar al Oro en un futuro no muy lejano. Por el otro lado, los activos tradicionales como el Oro reafirman su posición histórica como valor refugio siendo un activo estable durante períodos de crisis. Finalmente el S&P500 se mantiene como una alternativa equilibrada para aquellos inversores orienta dos al largo plazo con un perfil de riesgo moderado. En resumen, el objetivo final del trabajo es proporcionar una visión global de los distintos activos que permita a los inversores tomar decisiones más completas.