Síndrome metabólico en esquizofrenia: estudio observacional de su prevalencia en pacientes tratados con antipsicóticos atípicos.

Abstract

Introducción: Las enfermedades cardiovasculares constituyen una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Este riesgo es más notable en los pacientes que presentan trastornos mentales graves, especialmente aquellos con esquizofrenia, cuya mortalidad cardiovascular es dos o tres veces mayor que la de la población general. Son diversos los factores que contribuyen a esta vulnerabilidad: desarrollo temprano de varios factores de riesgo cardiovascular, hábitos perjudiciales para la salud, déficit de apoyo social y económico y barreras de acceso a la atención sanitaria. A todo esto, se suman los efectos adversos de los antipsicóticos atípicos. Objetivos: Determinar cuántos pacientes con esquizofrenia y tratamiento antipsicóticos atípico cumplen los criterios diagnósticos de síndrome metabólico, y comparar dicha prevalencia con la población general. Además de, analizar la prevalencia de cada componente del síndrome metabólico e identificar factores de riesgo adicionales. Material y métodos: Se ha realizado un estudio observacional transversal descriptivo, en el que se han incluido una muestra de 75 pacientes diagnosticados de esquizofrenia en tratamiento con antipsicóticos atípicos desde hace más de 12 años, pertenecientes al Hospital General Universitario de Elche. Se ha realizado un análisis descriptivo de datos clínicos, sociodemográficos, datos relacionados con la enfermedad y con el tratamiento. Resultados: se incluyeron los 75 pacientes mencionados, de ellos, el 72% eran hombres y el 28% mujeres, de edades comprendidas entre los 36 y 82 años. La prevalencia global del síndrome metabólico fue del 44%, afectando en mayor proporción a hombres (66,7%) que a mujeres (33,3%). Además, se cuantificó el síndrome metabólico en cada sexo, presentando 11 mujeres de 21 (52%) el síndrome metabólico, y 22 de los 54 hombres (40,74%). Debido a que el síndrome metabólico es más prevalente en edades más avanzadas, se realiza una disgregación por rangos de edad: en el grupo de 36-44 años la tasa de síndrome metabólico fue del 50%, en el rango de 45-54 años se estimó del 31,25%; en edades entre 55 y 64 años era del 57,9%; se alcanzó una prevalencia del 60% en los participantes entre 65 y 74 años; y en el grupo más longevo, mayores de 74 años, se obtuvo una prevalencia del 50%. Se analizaron por separado los criterios diagnósticos del síndrome metabólico, observando un incremento en el uso de la medicación para la hipertensión, diabetes y dislipemia respecto hace 12 años. En la muestra actual el 18,7% de los pacientes reciben antihipertensivos, el 22,7% antidiabéticos y 26,7% tratamiento para la dislipemia, frente al 4%, 5,3%, y 5,3%, respectivamente, registrados en 2013. También, se estudiaron la vía de administración de los antipsicóticos: el 34,7% recibió únicamente formulación oral, donde el 51,9% presentaba síndrome metabólico; el 21,3% inyectables de larga duración, de los cuales el 37,5% presentaba síndrome metabólico; y el 42,7% tomaba ambas formulaciones. Respecto a los hábitos tóxicos, el 57 % de la muestra es fumador (frente al 52 % previo), mientras que el consumo de cannabis, cocaína y anfetaminas se redujo notablemente, y el de alcohol y opiáceos se mantuvo estable. Los resultados recogidos acerca del peso, destaca que la mayoría de los participantes presenta obesidad (38,7%), el 28% presenta sobrepeso y solo el 29,3% presenta un IMC por debajo de 25. Se registraron 3 eventos cardiovasculares entre 2013 y 2025, 2 casos de patología coronaria y 1 de patología cerebrovascular. Además, se usaron las escalas de SCORE y REGICOR para determinar el riesgo de enfermedad cardiovascular a 10 años, obteniendo resultados similares en ambas: la mayoría presenta un riesgo bajo. Conclusión: Pacientes con esquizofrenia tratados con antipsicóticos atípicos presentan mayor prevalencia de síndrome metabólico, especialmente en menores de 65 años. La obesidad es un predictor clave, y la clozapina y olanzapina tienen mayor impacto metabólico.

Cardiovascular diseases are one of the leading causes of death worldwide. This risk is especially pronounced in patients with severe mental disorders, particularly those with schizophrenia, whose cardiovascular mortality is two to three times higher than that of the general population. Various factors contribute to this vulnerability: early development of multiple cardiovascular risk factors, unhealthy lifestyle habits, lack of social and economic support, and barriers to accessing healthcare. In addition, the adverse effects of atypical antipsychotics further compound the problem. Objective: To determine how many patients with schizophrenia undergoing treatment with atypical antipsychotics meet the diagnostic criteria for metabolic syndrome, and to compare this prevalence with that of the general population. Additionally, to analyze the prevalence of each component of metabolic syndrome and identify additional risk factors. Materials and Methods: The study included 75 patients diagnosed with schizophrenia who have been undergoing treatment with atypical antipsychotics for more than 12 years, all of whom are from the General University Hospital of Elche. A descriptive analysis was conducted on clinical data, sociodemographic information, and data related to the disease and its treatment. Results: The study included 75 patients, of whom 72% were men and 28% women, aged between 36 and 82 years. The overall prevalence of metabolic syndrome was 44%, affecting men (66.7%) more than women (33.3%). When analyzed by sex, 11 of the 21 women (52%) and 22 of the 54 men (40.74%) met the criteria for metabolic syndrome. Because metabolic syndrome is more common at older ages, prevalence was broken down by age group: 50% in patients aged 36–44 years; 31.25% in those 45–54 years; 57.9% in the 55–64 age range; 60% among participants aged 65–74 years; and 50% in the oldest group (over 74 years). Separate analysis of the diagnostic criteria revealed an increase, compared with 12 years ago, in the use of medications for hypertension, diabetes, and dyslipidemia. In the current sample, 18.7% of patients were on antihypertensive therapy, 22.7% on antidiabetic agents, and 26.7% on lipid-lowering treatment—versus 4%, 5.3%, and 5.3%, respectively, recorded in 2013. The route of administration of antipsychotics was also examined: 34.7% received only oral formulations (51.9% of them had metabolic syndrome); 21.3% received long-acting injectable formulations (37.5% with metabolic syndrome); and 42.7% were on both. The most frequently prescribed drugs were paliperidone (32%), olanzapine (28%), and clozapine (22.7%). Regarding substance use, 57% of the sample were smokers (versus 52% previously), while consumption of cannabis, cocaine, and amphetamines fell markedly; alcohol and opioid use remained stable. Concerning obesity, most participants were obese (38.7%), 28% were overweight, and only 29.3% had a BMI below 25. Three cardiovascular events were recorded between 2013 and 2025: two cases of coronary artery disease and one of cerebrovascular disease. The SCORE and REGICOR scales were also applied to estimate 10-year cardiovascular risk, yielding similar results: the majority of patients were classified as low risk. Conclusions: Patients with schizophrenia treated with atypical antipsychotics show a higher prevalence of metabolic syndrome, especially in those under 65 years of age. Obesity is a key predictor, and clozapine and olanzapine have the greatest metabolic impact.