Influencia de los factores contextuales en el rendimiento del 30-15 IFT en jóvenes futbolistas

Abstract

El fútbol se caracteriza por ser un deporte intermitente, con cambios de ritmo y acciones explosivas (Stølen et al., 2005). Un jugador de fútbol debe de ser capaz durante el desarrollo del partido de repetir esfuerzos a alta intensidad como realizar acciones que impliquen aceleraciones, saltos, sprints y cambios de dirección (Bangsbo et al., 1991; Stone et al., 2009). El carácter intermitente del fútbol exige que los jugadores jóvenes cuenten con una adecuada capacidad aeróbica y una elevada habilidad para ejecutar esfuerzos de alta intensidad de forma repetida, aspectos fundamentales en los momentos clave del juego (Faude et al., 2012; Mohr et al., 2003). Diversos estudios han señalado que, en comparación con los adultos, los futbolistas en etapas formativas presentan una mayor tolerancia y recuperación frente a esfuerzos intensos repetidos, lo cual puede influir significativamente en su implicación y rendimiento a lo largo del partido (Ratel et al., 2006). Con el objeto de evaluar el rendimiento en carrera de los jugadores de fútbol, uno de los test más utilizados y con mayor respaldo de la literatura científica es el 30-15 Intermittent Fitnesss Test (30-15 IFT) desarrollado por Buchheit (2008), es una prueba de carrera de ida y vuelta que se caracteriza por su naturaleza incremental e intermitente.