Abstract:
Este estudio explora la relación entre la adicción a internet y los rasgos oscuros de la personalidad, conocidos como la Tétrada Oscura, que incluye el maquiavelismo, el narcisismo, la psicopatía y el sadismo. La investigación se fundamenta en el creciente uso de internet y las preocupaciones sobre sus impactos negativos en la salud mental, especialmente entre los jóvenes. Utilizando una muestra de 120 participantes españoles, se aplicaron las escalas: Short Dark Triad, Assessment of Sadistic Personality e Internet Addiction Test, para evaluar la correlación entre estos rasgos de personalidad y la AI. Los resultados mostraron una relación positiva y significativa entre la AI y los cuatro rasgos de la Tétrada Oscura, siendo la psicopatía el rasgo más asociado. Sin embargo, no se pudo establecer una relación causal entre la AI y el desarrollo o aumento de estos rasgos oscuros. Además, la incidencia de AI en la muestra fue baja, posiblemente debido a la edad media de los participantes (40.8 años). Estos hallazgos pueden ser útiles para identificar individuos en riesgo y desarrollar estrategias de prevención y tratamiento adecuadas en entornos clínicos y educativos. Las limitaciones del estudio incluyen el tamaño y la composición de la muestra, lo que restringe la generalización de los resultados
This study explores the relationship between internet addiction and dark personality traits, known as the Dark Tetrad, which includes machiavellianism, narcissism, psychopathy and sadism. The research is based on the growing use of the internet and concerns about its negative impacts on mental health, especially among young people. Using a sample of 120 Spanish participants, the scales: Short Dark Triad Assessment of Sadistic Personality and Internet Addiction Test were applied to evaluate the correlation between these personality traits and IA. The results showed a positive and significant relationship between AI and the four Dark Tetrad traits, with psychopathy being the most associated trait. However, a causal relationship between AI and the development or increase of these dark traits could not be established. Furthermore, the incidence of AI in the sample was low, possibly due to the average age of the participants (40.8 years). These findings may be useful in identifying at-risk individuals and developing appropriate prevention and treatment strategies in clinical and educational settings. Limitations of the study include the size and composition of the sample, which restricts the generalizability of the results
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