Resumen :
La moda va más allá de una simple elección de prendas y estilos de vestir. Desde sus inicios
se ha convertido en una forma de expresión y comunicación con el mundo exterior, donde a
través de piezas de ropa buscamos la aceptación del otro. Con las nuevas tendencias de
moda, que vuelven cada 30 años, muchas de las jóvenes se ven presionadas a encajar en un
perfil concreto, especialmente en la figura delgada. Esto las puede llevar a crear una imagen
corporal errónea y, por consecuencia, desarrollar trastornos de la conducta alimentaria
(TCA).
Cuando vemos una persona delgada tendemos a idealizar su cuerpo con pensamientos
como que es disciplinada, exitosa y saludable. Sin embargo, consideramos gorda a una
persona que se sale de lo estándar y no cabe en las tallas de ropa establecidas. La moda,
junto a otros factores sociales, ha estigmatizado el sobrepeso y la obesidad, asociándose con
la falta de atractivo físico y mala salud. Esto ha llevado a que los trastornos de la conducta
alimentaria se hayan convertido en la enfermedad mental con mayor tasa de mortalidad,
donde el 94% desarrollan esta dolencia.
Es por ello que ha surgido una nueva revolución para cambiar los antiguos ideales estéticos
de la sociedad, el movimiento body positive. Como respuesta a los cánones de belleza
impuestos, en 1967 nació esta corriente con el objetivo de promover mensajes de amor
propio y aceptación de todos los tipos de cuerpo. Ocho de cada 10 mujeres se ven mal
delante del espejo, pero esta visibilización ha ayudado a no romantizar la delgadez.
Con la participación de siete testimonios y varios estudios sobre la influencia de la moda en
los distintos tipos de trastornos alimenticios, se aborda un problema real y muy presente en
nuestra sociedad. Sobre todo, se centra en resolver las cuestiones de si la moda ha
cambiado realmente o es solo un escaparate.
Fashion goes beyond a simple choice of garments and clothing styles. Since its inception, it
has become a form of expression and communication with the outside world, where,
through clothing, we seek acceptance of the other. With new fashion trends, which come
back every 30 years, many young women are pressured to fit a particular profile, especially
the slim figure. This can lead them to create an erroneous body image and, as a result,
develop eating disorders (ED).
When we see a thin person we tend to idealize their body with thoughts such as that they
are disciplined, successful and healthy. However, we consider fat a person who is out of the
standard and does not fit into the established clothing sizes. Fashion, along with other social
factors, has stigmatized overweight and obesity, associating it with physical unattractiveness.This has led to eating disorders being the mental illness with the highest mortality rate,
where 94% of those affected are women.
This is why a new revolution has emerged to change the old aesthetic ideals of society, the
body positive movement. As a response to the imposed beauty standards, this movement
was born in 1966, with the aim of promoting messages of self-love and acceptance of all
body types. Eight out of 10 women look bad in front of the mirror, but this visibility has
helped to avoid romanticizing thinness.
With the participation of seven testimonies and a study on the influence of fashion on
different types of eating disorders, it addresses a real and very present problem in our
society. Above all, it focuses on resolving the questions of whether fashion has really
changed or is just window dressing.
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