Evaluación del efecto del long-COVID en el grado de actividad física y fragilidad de los pacientes tras infección grave por SARS-CoV-2. Estudio con investigación en pacientes

Abstract

Objetivos: Existe escasa información acerca de la influencia del síndrome de COVID persistente o long-COVID en el grado de actividad física y en el desarrollo de fragilidad a largo plazo de los pacientes hospitalizados por infección grave por SARS-CoV-2. Nuestro objetivo principal fue analizar el nivel de actividad física y el grado de fragilidad a largo plazo que presentan los pacientes diagnosticados de long- COVID y compararlo con pacientes de características similares recuperados y asintomáticos tras el ingreso. Métodos: Se realizó un estudio transversal en pacientes en seguimiento en consulta de post-COVID, que estuvieron ingresados en el Hospital General Universitario de Elche por COVID-19. Entre todos los pacientes en seguimiento, se seleccionó aleatoriamente un grupo de pacientes diagnosticados de COVID persistente y se comparó con otro grupo de pacientes asintomáticos con características similares, pareados por edad, sexo, comorbilidad y severidad de la COVID-19 mediante Propensity Score. Para evaluar la persistencia de los síntomas, a los 3 meses del alta se programó una visita telemática donde se contactó con los pacientes para evaluar la persistencia y la intensidad de síntomas generales, neuropsiquiátricos, respiratorios y gastrointestinales mediante entrevista clínica y revisión de historial clínico, evaluándose la intensidad de los síntomas en leves, moderados o graves. Se definió COVID persistente o long-COVID de acuerdo a los criterios establecidos por la OMS, como la persistencia de síntomas más allá de los 3 meses, con una duración de al menos 2 meses y sin una causa alternativa, tras una infección por SARS-CoV-2. Para evaluar la actividad física se empleó el cuestionario validado YPAS, obteniéndose el nivel de actividad física y el gasto energético, y para el grado de fragilidad se emplearon dos escalas, la escala de fragilidad de Frail y la de Fried Resultados: Se incluyeron 262 pacientes de la consulta post-COVID, 131 con diagnóstico de long-COVID y otros 131 asintomáticos, con una recuperación completa. Del grupo de COVID persistente, 104 (79.4%) completaron las encuestas de actividad física y fragilidad, y 90 (68.7%) lo hicieron en el grupo de los asintomáticos. Los síntomas más frecuentes y de mayor intensidad en el grupo de long-COVID fueron los generales y respiratorios seguidos de los neuropsiquiátricos. Los pacientes del grupo de COVID persistente presentaron un mayor gasto energético (mediana de gasto energético 4637,69 kcal/semana en grupo de recuperados vs 6472,09 kcal/semana en grupo long-COVID [p 0.006]), sin embargo, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en cuanto al índice global de actividad física entre ambos grupos. En cuanto al desarrollo de fragilidad, se observaron diferencias significativas, con mayores niveles de fragilidad y prefragilidad en el grupo de long-COVID frente al grupo de pacientes recuperados (escala de Frail 12% de pacientes frágiles en el grupo COVID persistente vs 9% en el grupo de pacientes recuperados [p 0.031]; escala de Fried: 39% de pacientes frágiles en el grupo long-COVID vs 26% en el grupo de pacientes recuperados [p 0.039]). Conclusiones: Una proporción apreciable de pacientes diagnosticados de long- COVID presenta fenotipos de prefragilidad y fragilidad a largo plazo, con un mayor nivel de gasto energético. No se ha observado asociación entre el índice global de actividad física y el diagnóstico de long-COVID.

Objectives: There is little information about the influence of persistent or long- COVID COVID syndrome on the degree of physical activity and the development of long-term fragility in patients hospitalized for severe SARS-CoV-2 infection. Our main objective was to analyze the level of physical activity and the degree of longterm fragility presented by long-COVID-diagnosed patients and compare it with patients with similar characteristics recovered and asymptomatic after admission. Methods: A transversal study was conducted in follow-up patients in post-COVID consultation, who were admitted to the General University Hospital of Elche for COVID-19. Among all follow-up patients, a group of patients diagnosed with persistent COVID was randomly selected and compared with another group of asymptomatic patients with similar characteristics, matched by age, sex, comorbility and severity of Covid-19 by Propensity Score. To evaluate the persistence of symptoms, a telematic visit was scheduled at the 3 months of the discharge, where patients were contacted to assess the persistance and intensity of general, neuropsychiatric, respiratory and gastrointestinal symptoms through clinical interview and clinical history review, evaluating the intensity in mild, moderate or severe symptoms. Persistent COVID or long-COVID was defined according to WHO criteria, as the persistence of symptoms beyond 3 months, with a duration of at least 2 months and without an alternative cause, after an infection with SARS-CoV-2. To evaluate physical activity, the validated Y-PAS questionnaire was used, obtaining the level of physical activity and energy expenditure, and two scales were used for the degree of fragility, the Frail scale and the Fried scale Results: 262 patients from the post-COVID consultation were included, 131 with long-Covid diagnosis and another 131 asymptomatic, with complete recovery. Of the persistent COVID group, 104 (79.4%) completed physical activity and fragility surveys, and 90 (68.7%) did so in the asymptomatic group. The most frequent and most intense symptoms in the long-COVID group were general and respiratory followed by neuropsychiatric. Patients in the persistent COVID group had higher energy expenditure (median energy spending 4637,69 kcal/week in the recovering group versus 6472,09 kcal / week in the long-COVID Group [p 0.006]), however, no statistically significant differences were observed in the overall index of physical activity between the two groups. As for the development of fragility, significant differences were observed, with higher levels of frailty and prefragility in the long-COVID group versus the recovered patient group (Frail scale of 12% of fragile patients in the persistent COVID Group versus 9% in the recovery patient group [p 0.031]; Fried scale: 39% of Fragile Patients in the Long-Covid group vs 26% in recovering patients [p 0,039]). Conclusions: An appreciable proportion of patients diagnosed with long-COVID present phenotypes of long-term prefragility and fragility, with a higher level of energy expenditure. No association has been observed between the overall index of physical activity and the diagnosis of long-COVID