Abstract:
La incorporación de alternativas al tabaco tradicional, como los cigarrillos electrónicos, y la progresiva normalización del sector cannábico en la sociedad sigue siendo un tema polémico. Se ha demostrado un incremento exponencial en el consumo de dichas alternativas, tanto lícitas como ilícitas. El consumo de cannabis ha sido demonizado durante años, las empresas del sector, ya sean especializadas en la venta de CBD o enfocadas en el cultivo de la propia planta, se ven un continuo juicio social y legal. Asimismo, el aumento de consumidores que hacen uso de vapers, con sus respectivos líquidos de sabores y el surgimiento de nuevos establecimientos especializados, obliga al sector del tabaco a encontrar una regulación.
El monopolio del tabaco se posiciona en contra de la venta privada de productos dedicados al vapeo. Mientras que las expendedurías se ven reguladas de manera estricta por parte del estado español, los negocios especializados no tienen una regulación equiparable al del monopolio. Hasta el momento, el silencio administrativo ha sido la herramienta de dichas empresas que ha permitido esquivar ese vacío legal. Sin embargo, con la aprobación del anteproyecto de ley sobre Mercados de Tabaco y Otros Productos Relacionados por parte del Consejo de ministros, se contempla una regulación que prohibiría la venta privada de productos de vapeo de aquí a dentro de 5 años. Asimismo, esto significa que la industria tabacalera sería la única encargada de gestionar todos los productos pertenecientes a dicho sector.
The incorporation of alternatives to traditional tobacco, such as electronic cigarettes, and the progressive normalization of the cannabis sector in society continues to be a controversial issue. An exponential increase in the consumption of these alternatives, both legal and illegal, has been demonstrated. The consumption of cannabis has been demonized for years, companies in the sector, whether specialized in the sale of CBD or focused on the cultivation of the plant itself, seven see a continuous social and legal trial. Likewise, the increase in consumers who make use of vapers, with their respective flavored liquids and the emergence of new specialized establishments, forces the tobacco sector to find a regulation.
The tobacco monopoly is positioned against the private sale of products dedicated to vaping. While retailers are strictly regulated by the Spanish state, specialized businesses do not have a regulation comparable to that of monopoly. Until now, administrative silence has been the tool of these companies that has allowed them to avoid this legal vacuum. However, with the approval of the draft law on Tobacco Markets and Other Related Products by the Council of Ministers, a regulation is contemplated that would prohibit the private sale of vaping products within 5 years. Likewise, this means that the tobacco industry would be the only one in charge of managing all the products belonging to said sector.
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