Suplementación con amortiguadores para mejorar el rendimiento en deportes de fuerza y potencia: Revisión sistemática

Abstract

La alimentación y el deporte juegan un rol importante en la salud. Hoy en día existe mucha popularidad sobre el uso de suplementos debido a un aumento de la población diana (aquella que acude a los gimnasios, así como deportistas de entornos competitivos) que utilizan estas sustancias que permiten mejorar el rendimiento deportivo o aspecto físico. Los deportes de fuerza y potencia, como por ejemplo el powerlifting, halterofilia o fisicoculturismo están creciendo significativamente en las últimas décadas. Este tipo de deportes tienen la peculiaridad de utilizar en mayor proporción la vía aláctica y láctica, donde se produce una disminución del pH que da lugar a la fatiga muscular. Esta fatiga se debe a que el aumento de protones en el medio dificulta el correcto funcionamiento de los procesos químicos y metabólicos, esenciales para la ejecución del ejercicio, ya que se observa una disminución de la efectividad de la contracción muscular. La suplementación con beta-alanina demuestra aumentar los niveles de carnosina intramuscular, derivando en un aumento del pH intracelular y aumentando el rendimiento significativamente. Por el contrario, posee ciertos efectos secundarios como la producción de parestesia. Por otra parte, el bicarbonato de sodio y citrato de sodio, dos amortiguadores que actúan en medio extracelular, elevan indirectamente el pH intracelular y aumentan el rendimiento deportivo, pero en menor medida que la beta-alanina. El bicarbonato de sodio demuestra una mayor eficacia en el aumento del rendimiento que el citrato de sodio, pero presenta más reacciones adversas gastrointestinales como dolores estomacales, flatulencias, náuseas, vómitos, diarrea, etc. Esto puede repercutir en el uso del bicarbonato y por ello, se observa una baja incidencia en su uso. Actualmente existe controversia en la utilización de estos amortiguadores del pH, ya que no se encuentran una cantidad de estudios suficiente para corroborar un aumento en el rendimiento para los deportes de fuerza y potencia. Además, este rendimiento presenta una gran variabilidad en función de la genética del paciente, así como la transición aeróbica-anaeróbica a partir del instante en que el organismo obtiene energía a costa del metabolismo anaeróbico, que varía también en función del paciente. A todo esto hay que sumar las reacciones adversas gastrointestinales, que también pueden variar en función del paciente. La justificación de este trabajo es el interés de realizar una revisión sistemática del uso de suplementos con amortiguadores para mejorar el rendimiento en deportes de fuerza y potencia. Y como farmacéutico, poder detectar esos posibles riesgos que pueden poseer y establecer unos protocolos de uso a través del Consejo Nutricional Farmacéutico y de esta forma poder orientar hacia conductas saludables.