La protección por nacimiento y cuidado del menor y su necesaria revisión en el marco del derecho comparado

Abstract

En este trabajo se ha querido abarcar en primer lugar, un plano en el contexto histórico de la legislación sobre las condiciones de la mujer trabajadora en su puesto laboral sobre la protección jurídica por nacimiento y cuidado de menor desde principios del siglo xx hasta la actualidad, analizando una comparativa con determinados países del resto de Europa que ya destacaban con respecto a España como modelos a seguir y que aún hoy en día estamos pendiente de mejorar, observando el enorme abismo con respecto a muchos de ellos, examinando fallos y evaluando una serie de propuestas para proponer soluciones, proposiciones concretas para dicha protección con mecanismos y su utilización en ámbitos específicos. Nuestro marco normativo ha experimentado un gran avance en todos estos años, pero no se ha conseguido lo suficiente, el papel de la OIT y su atención sobre la mujer se ha manifestado en su enorme preocupación por su protección durante el permiso por nacimiento y cuidado de menor, precisando las principales leyes y reformas realizadas a lo largo del siglo anterior y primera década del siglo xxi en la legislación laboral y de la seguridad social para poder cumplir con los principios de igualdad recogidos en el art. 14 de la constitución española de 1978 y analizar los cambios con respecto a dicha protección , pero como hemos podido observar, se inclina por una protección en el plano de la igualdad, pero radica un problema de suma importancia que es el elevado absentismo laboral de las mujeres de manera desproporcionada por parte del empresario, al ser rechazada cuando se tienen hijos e hijas y ahí debe de destacar el estado de bienestar con políticas sociales como en los países nórdicos la enorme labor que desempeñan. La evolución que se ha observado en el ámbito de protección laboral y de la seguridad social ha dejado de lado el modelo tradicional paternalista, progresando hacia uno más inclusivo e igualitario, lo que ha llevado la responsabilidad del estado en materia de protección social, acomodando las prestaciones al progreso de la sociedad, con permisos laborales más largos, con mejores condiciones de trabajo y mayor seguridad, el papel que deben jugar los padres en la crianza, la equiparación entre la filiación biológica y no biológica y el acogimiento¿ sin embargo, como bien he señalado anteriormente, no son suficientes todos estos cambios, pues seguimos haciendo muy poco uso de las excedencias y las reducciones de jornada, ya que estos beneficios constituyen incentivos precarios y una inseguridad laboral en torno a estos permisos, pudiendo afectar al puesto de laboral, siendo las mujeres quienes acaban abandonando más y por más tiempo sus trabajos