Resumen :
El inicio de la práctica de trasplante de órganos tuvo lugar en la década de 1950 y desde entonces se ha avanzado en técnica y en seguridad. Para que este proceso sea viable y no se produzcan ciertas complicaciones que antes se presentaban en un porcentaje muy alto, como el rechazo del órgano trasplantado, existe una terapia inmunosupresora postrasplante que, por lo general, consta de un inhibidor de la calcineurina (tacrolimus o ciclosporina), un antimetabolito como el micofenolato de mofetilo y, en ocasiones, un corticosteroide.
Tacrolimus se encuentra actualmente en auge en este tipo de tratamientos, pero se caracteriza por presentar un margen terapéutico estrecho, una gran variabilidad intra e interindividual y unos efectos adversos que pueden llegar a ser fatales, como nefrotoxicidad o rechazo agudo del órgano trasplantado. De esta manera, cumpliría los criterios de monitorización de sus concentraciones plasmáticas en aquellos pacientes en lo que su tratamiento farmacoterapéutico incluya este fármaco y cobraría importancia su individualización posológica.
Para la medición de las concentraciones plasmáticas se utilizan técnicas como inmunoensayos o la cromatografía líquida - espectrometría de masas (LC-MS/MS). En cuanto a la individualización posológica, sabemos que existen ciertos alelos presentes en CYP3A4 y CYP3A5, citocromos participantes del metabolismo de tacrolimus, responsables de variaciones en las concentraciones sanguíneas del fármaco de un individuo a otro. Por eso, es importante el genotipado de aquellos pacientes que vayan a iniciar el tratamiento con tacrolimus, incluso antes de que se lleve a cabo el trasplante, con la finalidad de disminuir esta variabilidad inter e intraindividual, ajustando la dosis a las características de cada individuo.
Con esta individualización posológica, lograríamos las concentraciones objetivo del fármaco en un periodo más corto de tiempo, evitando errores de dosificación y, por tanto, efectos del fármaco no deseados. Esto llevaría a un menor estrés del paciente, con menos visitas a su médico o centro sanitario, reducción de tratamientos concomitantes y, consecuentemente, disminución de costes económicos.
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