Resumen :
El agua contribuye al desarrollo y conocimiento del niño, pues en ella se
relaja, aprende nuevos movimientos, fortalece su musculatura y aprende a controlar la respiración, aspectos que contribuyen de forma decisiva a su desarrollo motor. Al mismo tiempo, actúa sobre su conducta, lo hace más independiente, con tendencia a explorar activamente el medio y favoreciendo la socialización. Por lo que las practicas acuáticas en general, y la natación en concreto, son ampliamente aceptadas y recomendables por que proporcionan al niño un mejor desarrollo en la motricidad gruesa, motricidad fina, desarrollo cognitivo, comunicación y socialización. Desde el punto de vista de las características del desarrollo biológico, motor, cognitivo y socio-afectivo, destacamos la necesidad de abordar un trabajo de conocimiento del propio cuerpo, de afirmación y desarrollo de la lateralidad, de equilibración, así como de la percepción espacio-temporal, percepción del ritmo. Junto a esta serie de elementos, el desarrollo de los patrones y habilidades motrices, dará lugar a que podamos encontrar a seres capaces de realizar coordinaciones corporales globales y segmentarias. La adquisición de las habilidades motrices acuáticas da lugar a que poco a poco se puedan ir combinando gracias a la facultad de coordinación del ser humano. Así pues, el objetivo de este trabajo ha sido explicar cuáles son las habilidades motrices acuáticas (con su definición y características) así como explicar cómo evolucionan en el niño para facilitar una herramienta que sirva como guía para todas aquellas personas que quieran enseñar el conocimiento básico del medio acuático.
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